Brecha digital, un término pasado de moda

21.04.2013 10:53

Años atrás, cuando apenas comenzaba el auge del internet, eran pocas las personas que sabían dar manejo a dicha herramienta. Los más aventureros se sumergieron en el océano del conocimiento informático, mientras que los temerosos esperaban la expansión de la web para dar uso a la misma. Tal vez, los primeros aventajaron a los cobardes por enfrentarse a una herramienta desconocida hasta el momento, y aunque en un principio su relación con las herramientas informáticas no fue la mejor, supieron desenvolverse y se adentraron en un campo que hoy domina las relaciones entre sujetos.

Desde aquel mismo instante en el que algunos, principalmente jóvenes, decidieron explorar la web 2.0 (remo.det.uvigo.es/solite/attachments/038_Web%202.0.pdf )  , la interacción entre personas comenzó a convertirse en una relación online y por ende, se originaron brechas digitales con las personas mayores, quienes en su pensamiento conservador se quedaron rezagados en la carrera por conocer las nuevas tecnologías. Conscientes de ello, en los últimos años la población mayor viene trabajando y capacitándose en el manejo de computadores para equiparar el tiempo perdido, porque como lo dice Pedro López en su libro, Inclusión digital: un nuevo derecho humano, “el mencionado problema de la brecha digital, junto a otras barreras como la pobreza informativa, la censura, el uso político de las tecnologías, la desinformación, la manipulación de los medios de comunicación y la destrucción de información pública -especialmente en los contextos de guerra, cambio social, justicia social, y el fundamentalismo del mercado global- son asuntos de honda preocupación”. De ahí la necesidad por cambiar esta realidad.

Y como se nombró previamente, la biblioteca La Floresta en la Comuna 12 de Medellín, aúno esfuerzos y recientemente dio inicio a un curso de inclusión digital. Éstos, se dieron cuenta de la importancia de crear sujetos aportantes y competitivos en la sociedad a través de la apropiación las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), sin importar su edad.            Por ello comenzaron este proyecto, con el fin de acortar esa brecha digital entre nativos digitales y analfabetas digitales. Su principal función es capacitar a personas mayores de 55 años para que se integren a la sociedad de la información.

Su misión es la de aportar sujetos activos y competentes en la sociedad, en procura del bienestar personal y social. Por esto, la biblioteca La Floresta, al igual que muchos otros proyectos de inclusión digital en la ciudad, contribuyen para que el término brecha digital se vaya convirtiendo en algo pasado de moda.

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